DE motor para maquinaria pesada e industrial, a ser uno de los propulsores más aclamados de la actualidad.

                         En 1893 el ingeniero alemán Rudo   Diésel, patentó su Método y aparato para la conversión de calor en trabajo, principio básico del motor que actualmente lleva su apellido.

Las válvulas de admisión inyectan aire a la cámara de combustión, el pistón comienza a subir y a comprimir el aire, elevando su temperatura, antes de que llegue a su punto más alto, el combustible es inyectado a presión para que se pulverice y con la temperatura alcanzada explote e impulse el pistón hacia abajo.

Tras años de estudio y desarrollo, en los que casi pierde la vida en la explosión de un motor de pruebas, Rudo consiguió en 1897 su primer motor de diésel funcional al 100%, y en los años posteriores comenzó a licenciar su patente a distintos fabricantes de maquinaria.

A pesar del éxito de su invento, el 29 de septiembre de 1913 el ingeniero desapareció del barco de correos Dresde, que tomó en Bélgica con rumbo hacia  Su cuerpo fue hallado días más tarde en el mar de Noruega, pero su estado de descomposición hizo que sólo fueran recuperados sus objetos personales y devueltos al mar.